“Laberinto, torcido, con muchas vueltas”
Está ubicado a 3600 m.s.n.m., sobre el cerro Socorro. Fue un santuario, construido con piedra caliza extraída del mismo lugar. Su nombre está asociado con los canales en zigzag tallados en las rocas que sirvieron posiblemente para que los sacerdotes vertieran la chicha sagrada que se bebía durante los sacrificios.
Qenqo tiene diferentes sectores como la Sala de Sacrificios, que es una cámara subterránea. Hay también una mesa de piedra, que posiblemente se utilizó para momificar los cadáveres de los nobles Incas o para realizar sacrificios humanos.
El anfiteatro, ocupa una gran extensión y tiene forma semicircular, tiene un muro de piedra de 54 metros, donde se pueden ver 19 nichos.
En la parte central hay un monolito de 5,90 metros de alto que probablemente estaba dedicado al agua, este monolito tal vez fue mucho más alto, pero fue destruido en la época colonial. Algunos investigadores sugieren que el monolíto pudo representar a un sapo esperando el agua de la lluvia
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